10 de Julio: 10 años después
Sabemos que el vacío que deja un hijo, un hermano, una madre, es muy grande, es una herida que nunca cicatriza, y día a día, hora a hora, recordamos a ese ser querido, pero también recordamos que ya no va a estar ahí nunca mas.
Es duro perder a un ser querido, pero más duro es que te lo arrebaten de una forma vil y cobarde.
Por eso queremos enviar un afectuoso saludo a la familia de Miguel Ángel Blanco y a todas las victimas y familiares de victimas del terrorismo.