martes, 25 de mayo de 2010

De puente

El primero de mayo es una festividad en la mente del colectivo nacional. Parece ser, todos tenemos claro que es día festivo, no laboral y por tanto lo recordamos con agrado.

Ahora bien cabría recordar que dicha festividad es en honor a los trabajadores y trabajadoras de este país. En efecto, es el día del trabajador. Atónito un año más he visto como este día perdía su significado, no porque la gente no lo aprecie o no se sepa el porqué de su festividad, sino más bien por aquellos que pretendiendo utilizarlo en beneficio propio, consiguen todo lo contrario.

Coinciden conmigo que hablo de los sindicatos de los trabajadores. Quisiera recordar que debieran ser estos los que ante una situación que afecta a tantos y tantos millones de personas, salieran a la calle a exigir con fuerza y decisión al gobierno, una efectiva defensa de los derechos que tienen los trabajadores.

Los trabajadores y que no valga enredarse en palabrería sobre derechos sociales, tienen dos auténticos derechos básicos sobre los cuales si estos no están siendo ejercidos, no pueden haber complementarios.
Me explico. El derecho al trabajo y el derecho a una pensión, son los dos derechos básicos e irrenunciables que debe tener todo trabajador. Una vez garantizados estos podemos hablar de derechos complementarios, pero solo una vez tengamos estos garantizados.

Y retomo el hilo de la argumentación con una pregunta ¿Qué pasó en Gandia el primero de mayo? Absolutamente nada.

Pero en contraposición cabe decir que somos una de las ciudades donde la tasa de desempleo ha crecido más de un 50 % desde 2007. Uno de cada dos jóvenes gandienses desea trabajar y no puede. Somos la ciudad de la Comunitat Valenciana donde más autónomos se han dado de baja. Y sin duda podríamos continuar…Indignado me muestro ante lo que es la tónica general. Los dos grandes sindicatos UGT y CCOO, ante la anestesia general que provocan los millones de euros en concepto de subvenciones que suelen aumentar con gobiernos del PSOE, así como los estómagos satisfechos de esos miles de liberados que no han pegado palo al agua en su vida; solo han sabido callar e igual manifestarse en pro de algún juez procesado por la justicia española, a la que yo respeto.

Mientras tanto son los millones de parados, los trabajadores que aún a duras penas conservan su trabajo y los pocos empresarios que se resisten a echar el cierre, los que en definitiva humillados, contemplan como el amiguismos de estos sindicatos con los gobiernos socialistas no hace sino acrecentar, distanciándolos irremediablemente del sentir de la gente.

Quizá hubiera de replantearse el sistema de financiación de unos sindicatos que no están cumpliendo con su objeto social. En muchos países europeos donde el nivel de vida de los trabajadores es someramente mayor al de los españoles, los sindicatos se financian con las cuotas de sus afiliados.

Lo que si que tengo claro es que algo hemos avanzado, mientras en antaño el primero de mayo servía a los sindicatos para lanzar sus idearios a los cuatro costados, hoy en día la gente, que creo que ya no cae en el discurso facilón de los sindicatos, decide irse a la playa, a disfrutar de los suyos. Total, ¿van a ser los sindicatos quienes nos saquen de la crisis?, pues entonces, el primero de mayo nos vamos de puente.

Alberto Moratal Sanz
Secretario General de las Nuevas Generaciones del Partido Popular de Gandia