LA OPINION DE NN.GG: UN MAR DE DUDAS
Uno de los mayores legados que Z dejará en herencia a los españoles será la duda institucional. Nadie se fía de nadie. La duda es el resultado de tantos años de palabras vacías, huecas, sin sentido. De traiciones (léase Maragall, por ejemplo). De brindis con Ángela para terminar entregando la empresa a los italianos. Del sí pero no en la negociación con ETA (esperemos que sólo ETA). De detenciones arbitrarias por mantener actitudes vociferantes. De chivatazos. De lenguarones reales y no tan reales. De dobleces. Dudas, demasiadas dudas donde todo debiera estar claro.
Bien, en apenas siete días hemos conocido la sentencia del juicio por los atentados del 11 de marzo. Los Reyes han visitado Ceuta y Melilla provocando así el cabreo de Mohamed. Mientras tanto, Moratinos acudía a Marruecos en viaje privado. Todo claro, ¿a que sí? Porque pensar que 11-M, visita Real a Ceuta y Melilla y Moratinos en viaje privado a Marruecos tienen algo que ver, no sería razonable. Imaginar que se trata de una obra de teatro diseñada y dirigida por nuestro presidente-letra-del-alfabeto para preparar a la opinión pública en aras de “algo” que vendrá después, no es serio. Insinuar que el cabreo de Mohamed no es tan real como parece –digo real, en minúscula- y que los papeles están ya pactados y distribuidos de antemano sería más bien propio de enfermos conspiranoicos.
Cada uno es libre y responsable de sus actos. También Z. Y ahora, en el ocaso de la VIII legislatura de la democracia, los españoles empezamos a recoger lo que Z –con nuestro voto- ha sembrado: la sospecha permanente. Somos muchos los españoles que leemos entre líneas aún en las ocasiones –como la histórica visita de los Reyes a Ceuta y Melilla- en que debiéramos alegrarnos.
En cualquier caso, la verdad es que seguramente todo es como parece, y entre la España peninsular y las dos ciudades españolas del norte de África sólo haya –eso sí- un mar de dudas.
Vicent Agustí
Bien, en apenas siete días hemos conocido la sentencia del juicio por los atentados del 11 de marzo. Los Reyes han visitado Ceuta y Melilla provocando así el cabreo de Mohamed. Mientras tanto, Moratinos acudía a Marruecos en viaje privado. Todo claro, ¿a que sí? Porque pensar que 11-M, visita Real a Ceuta y Melilla y Moratinos en viaje privado a Marruecos tienen algo que ver, no sería razonable. Imaginar que se trata de una obra de teatro diseñada y dirigida por nuestro presidente-letra-del-alfabeto para preparar a la opinión pública en aras de “algo” que vendrá después, no es serio. Insinuar que el cabreo de Mohamed no es tan real como parece –digo real, en minúscula- y que los papeles están ya pactados y distribuidos de antemano sería más bien propio de enfermos conspiranoicos.
Cada uno es libre y responsable de sus actos. También Z. Y ahora, en el ocaso de la VIII legislatura de la democracia, los españoles empezamos a recoger lo que Z –con nuestro voto- ha sembrado: la sospecha permanente. Somos muchos los españoles que leemos entre líneas aún en las ocasiones –como la histórica visita de los Reyes a Ceuta y Melilla- en que debiéramos alegrarnos.
En cualquier caso, la verdad es que seguramente todo es como parece, y entre la España peninsular y las dos ciudades españolas del norte de África sólo haya –eso sí- un mar de dudas.
Vicent Agustí