martes, 24 de marzo de 2009

El Gobierno incumple su promesa y reduce el gasto social a varios colectivos

Sordomudos, inmigrantes y el plan de integración gitano se quedan sin más de 61 millones, pese a la promesa de Zapatero de no recortar los derechos sociales durante la crisis.

La Razón. Carmen Morodo. Uno de los más sonoros compromisos del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante la crisis económica es el de que «no habrá recortes en derechos sociales». «Al contrario, seguiremos ampliando derechos y políticas sociales», ha sostenido con vehemencia. Ya lo dijo en el debate de investidura y no se ha cansado de repetirlo desde entonces. Una de las últimas ocasiones fue su comparecencia en el Congreso, el pasado 10 de febrero, para informar de su nuevo plan de choque. En esa comparecencia Rodríguez Zapatero anunció un acuerdo de Ajuste Presupuestario de 1.500 millones de euros, que afectaría a todos los ministerios y a todas las partidas, «con el fin de liberar recursos para mantener el gasto social». «En ningún caso afectará a los programas de protección social», sostuvo solemnemente ante el Pleno de la Cámara Baja. El acuerdo de ajuste superó el trámite del Consejo de Ministros, el 13 de febrero, con la adenda de que no afectará a las prioridades de los Presupuestos como son las partidas de gastos de personal, inversión productiva y de protección social. Los hechos, sin embargo, no se corresponden con lo prometido. Además de la reducción del 30 por ciento del Fondo de apoyo a la acogida de integración de inmigrantes -según una carta del 27 de febrero del Ministerio de Trabajo a la Consejería de Inmigración de la Comunidad de Madrid-, la tijera ha entrado en otras partidas. Se recorta, por ejemplo, un 40 por ciento la cantidad presupuestada bajo el epígrafe «Acciones de la lengua de signos y medios de apoyo a la comunicación oral», que estaba dotada con 1.200.000 euros y que ahora se queda en 728.000 euros. La Confederación Nacional de Sordos Españoles trasladó esta decisión en una reunión interna con diputados de la oposición como el popular Miguel Barrachina, que se celebró el pasado 11 de marzo. El Plan de desarrollo gitano es otra de las víctimas de las necesidades del Gobierno ante la crisis. De la dotación inicial de 3.065.160 euros en los Presupuestos Generales de 2009, pasa a un millón de euros, según lo anunciado en la última Conferencia Sectorial de Asuntos Sociales. En total, por de pronto y sólo en estas tres partidas hay un recorte de más de 61 millones de euros, que es todo un símbolo de la dramática situación de asfixia económica en la que se encuentra el Gobierno. El Grupo Popular no va a dejar de aprovechar la coyuntura. Por ejemplo, ya ha registrado en el Congreso la petición de que se restablezcan los 59 millones de euros «arañados» del fondo de ayuda a la inmigración.